El Campeonato Mundial de Escondite Inverso
En el pintoresco pueblo de Hideaway, se celebraba anualmente un evento que atraía participantes y espectadores de todos los rincones del planeta: el Campeonato Mundial de Escondite Inverso. A diferencia del escondite tradicional, en este juego, una persona se escondía y el resto del pueblo debía encontrarla. Sin embargo, el giro humorístico era que el "escondedor" debía llevar un disfraz tan extravagante y obvio que la verdadera habilidad residía en su capacidad para permanecer "inadvertido" en plena vista.

El campeón defensor, un hombre conocido solo como "El Gran Zanahorio", había ganado el título el año anterior disfrazándose de zanahoria gigante en una verdulería. Este año, los competidores estaban decididos a superar su creatividad.

Entre los competidores estaba Lucy, una bibliotecaria local que decidió que su mejor oportunidad de ganar era disfrazarse de libro en la biblioteca. Su disfraz era tan detallado que incluso incluía una sinopsis falsa en la cubierta y una biografía del autor inventada.

El día del campeonato, Hideaway se transformó. Los participantes se escondieron en los lugares más insospechados, adoptando formas que iban desde una lámpara de pie hasta un perro de tamaño inusualmente grande. Los espectadores recorrieron las calles, riendo a carcajadas cada vez que descubrían a uno de los "escondedores".

La búsqueda se prolongó durante horas, con participantes siendo encontrados en las situaciones más cómicas. Uno de los momentos más memorables fue cuando "El Gran Zanahorio", intentando retener su título, se disfrazó de buzón de correo. Fue descubierto cuando un turista distraído intentó meter una postal en él.

Al final del día, contra todo pronóstico, Lucy fue la última en ser encontrada. Su disfraz de libro era tan convincente que varios espectadores pasaron por su lado sin darse cuenta, incluso comentando qué interesante se veía el "nuevo libro" en la biblioteca.

Lucy fue coronada como la nueva campeona del Campeonato Mundial de Escondite Inverso, recibiendo el trofeo dorado en forma de ojo y el título de "La Mejor Inadvertida". Su victoria fue celebrada con una gran fiesta en la plaza del pueblo, donde los participantes compartieron risas y anécdotas sobre sus estrategias de escondite.

El Campeonato Mundial de Escondite Inverso se convirtió en una querida tradición en Hideaway, recordando a todos que a veces, lo más obvio puede ser lo más difícil de ver, y que una buena dosis de humor puede unir a personas de todas partes del mundo.